La cámara de diputados de la nación dio media sanción al proyecto de ley que establece la educación como servicio esencial.
Este proyecto no pretende garantizar ni brindar ningún tipo de ayuda o apoyo a la educación. Su único propósito es cercenar el derecho a huelga.
Los discursos a favor en la cámara de diputados demuestran un enorme cinismo de parte de quienes no se han ocupado nunca de los problemas educativos y mucho menos de las demandas docentes y pretenden que creamos que su interés está puesto en garantizar la educación. Manifiestan además una enorme ignorancia sobre la situación educativa y sobre el significado de la continuidad de las clases o no.
Está demostrado que la cantidad de días por sí solo no garantiza aprendizaje. Para mejorar la educación hay que invertir en salarios, en infraestructura y en equipamiento.
Para mejorar la educación hay que jerarquizar la tarea docente, pero, además, y fundamentalmente, garantizar alimentación y condiciones de vida dignas para nuestros chicos y chicas. Nada de esto le preocupa a Finocchiaro o a María Eugenia Vidal quienes cuando gobernaron en lugar de resolver los problemas educativos los agravaron y hasta cerraron escuelas. Hoy son además cómplices del ataque a la educación universitaria.
¿Alguien piensa que les interesa la educación?
¿Alguien puede creer que prohibir los paros va a resolver los problemas educativos?