De nuestra visita, como parte de la conducción de Atech, a la escuela Nº 107 Isabel Nahuelpan el pasado viernes 30 de setiembre.
Con la frase: “No hay tiempo para Nahuelpan”, Gina y Luisa, jóvenes de la comunidad Mapuche-Tehuelche Nahuelpan nos transmitían años de angustia y falta de respuestas. Al borde de las lágrimas nos contaban sobre las acciones que vienen llevando a cabo, Comunidad y Escuela, ante las autoridades municipales, judiciales y del Ministerio de Educación por los efectos nocivos y contaminantes en agua y territorio de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos y Urbanos de las Ciudades de Esquel y de Trevelin, que está situada y operando desde hace 12 años en terrenos linderos a la Comunidad.
Acudimos a la Escuela Provincial Nº 107 Isabel Nahuelpan, una Unidad Educativa Multinivel –UEM-, situada a 20kms de la Ciudad de Esquel sobre la Ruta 40, invitados por Gina y Luisa, jóvenes de la comunidad. Gina, además, es estudiantes del ISFD Nº 809, del profesorado de Geografía. Esta escuela rural, de jornada completa, recibe y trabaja con alumnxs de 3 a 19 años. Conviven allí el nivel inicial, primario y secundario. Son 49 en total lxs estudiantes de la escuela. También nos recibió en la visita Nancy, su directora. Lleva 12 años en el cargo y nos contó sobre las luchas que año a año vienen llevando a cabo para mantener la escuela a flote y del trabajo mancomunado de la comunidad educativa. La escuela es parte importante de la historia de sus pobladores.
En el último tiempo, los efectos contaminantes sobre el agua y el territorio de la Planta de residuos urbanos, se han hecho evidentes en la superficie del territorio, y en las napas subterráneas. Han sido probados judicialmente la presencia de metales pesados, como níquel y cobalto, en porcentajes muy elevados. Producto de la lixiviación y drenajes en las afluentes subterráneas donde humanos y animales se nutren del agua para la vida, han detonado una alarma impostergable para la salud de sus pobladores y ecosistema; alarma humanitaria y ambiental, para la escuela, pero, sobre todo, para el conjunto de la sociedad. Y en eso queremos aportar en nuestra acción sindical, conociendo, comunicando y exigiendo acciones de reparación socio-ambiental.
Las dos instancias de negociación formalizadas entre representantes de los municipios de Esquel y Trevelin, de la Provincia, el poder Judicial y la misma Comunidad Nahuelpan, definieron conjuntamente el traslado y reubicación de la Planta de Residuos Sólidos Urbanos, como un paso decisivo en camino de reparación. Mientras eso se efectiviza, uno de los compromisos institucionales es la provisión de agua potable para los pobladores, sus necesidades y para la Escuela. En ese marco se inscribe una demanda muy puntual para las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia. Además de la provisión necesaria de agua potable para el funcionamiento seguro de las actividades escolares, la escuela solicitó en el mes de marzo del corriente la realización de un estudio del agua, que testee la posible presencia o no de metales pesados en el pozo de extracción donde la Escuela se provee de la misma. Para ello, la dirección de la Escuela realizó toda la gestión referida al tipo de análisis y contactó a un laboratorio que pueda realizar tal estudio con las normas protocolares específicas del caso. Desde el Ministerio de Educación en resguardo de la seguridad sanitaria escolar, sólo debía proceder a efectivizar y pagar el costo de tal estudio. Ninguna respuesta ha obtenido la comunidad escolar al mes de octubre que ya transitamos. Este estudio debe ocurrir cuanto antes.
¿Las escuelas rurales castigadas?
Para finalizar esta primera nota sobre la Escuela UEM Nº 107 Isabel Nahuelpan, retomamos una serie de demandas urgentes. La escuela sólo cuenta con el cargo de directora. Carece de cargo de vicedirección, tampoco tiene cargo de secretaría. Ni de auxiliar de administración. Todo lo cual conlleva la sobrecarga laboral de su directora. Una urgencia a atender por parte de todos los estamentos de supervisión escolar hasta los responsables políticos de la conducción ministerial. La Escuela no tiene un Salón de Usos Múltiples –SUM-. Lo que hace que los y las alumnas de esa diversidad etaria, de 3 a 19 años, no tengan un espacio para Educación Física y convivan en los mismos pasillos, por cierto, absolutamente estrechos. Los inviernos son fríos y largos, los patios exteriores son accesibles en las proximidades del verano solamente. Además, la sala de Nivel inicial, una sala pluri-etaria, carece completamente de baños y lavadero o al menos de pileta propia. Todo lo cual se traduce en que lxs niñxs deban concurrir al mismo baño que el resto del alumnado. No resulta lo aconsejable por muchas razones, amén de que la infraestructura del baño no está adaptada a las infancias más pequeñas. Lo que trae el riesgo permanente de posibles accidentes ya que deben subirse a bancos para alcanzar piletas y demás artefactos de uso del baño. La escuela tampoco cuenta con peón de patio, por lo que el escaso personal auxiliar de educación también recae en sobrecarga pues deben hacerse cargo de la huerta y los animales. Nos contaba Nancy, que una de las personas auxiliares se jubiló hace poco tiempo, y que dos fallecieron, sus cargos no fueron repuestos para la institución.
Los reclamos de nuestra organización sindical vienen desde hace años señalando éstos y otros déficits críticos que padecen las escuelas de la ruralidad provincial. Se podría hacer un listado incontable de Escuelas rurales en similares situaciones. A pesar de los cuales, a puro esfuerzo y sobrecarga laboral, continúan llevando a cabo tareas educativas esenciales en todo el territorio provincial, pero todo tiene un límite. En cada acción de visibilización y reclamo gremial sindical están presentes. Es que hace falta una mayor inversión para la educación. Hace falta escuchar las comunidades educativas. En estos años y luego de la pandemia vivida, la situación de nuestras escuelas rurales, sin dudas, se ha agravado. Los efectos de políticas de ajuste antisocial en educación y otras áreas sensibles, muchas veces al servicio de mantener privilegios de otros sectores que concentran y acumulan riquezas de un modo irracional, son inmensamente dañinas para la educación pública y el tejido social que allí se construye, solidariamente, cara a cara, y de generación a generación. Esto último es lo que defendemos y reivindicamos como materia prima para una sociedad verdaderamente más justa, equitativa y socio-ambientalmente sustentable.
Elisa Cueto – Maximiliano Masquijo.
Junta Ejecutiva de la Atech.
Para más información:
▶ https://revistacitrica.com/comunidad-nahuelpan-entre-la-contaminacion-y-el-despojo.html