Este fin de semana, cientos de ciudades se vestirán con los colores de la diversidad para conmemorar los cincuenta años del día internacional del Orgullo Gay. La movilización se gestó en 1969, después de una brutal represión policial en Stonewall Inn, un bar en la ciudad de Nueva York donde asistían personas de la comunidad LGBT. Para celebrar el histórico aniversario, se organizaron distintas actividades en la Gran Manzana: movilizaciones, charlas, conciertos, una ópera, recorridos con una aplicación de realidad aumentada y, como ya es tradicional, un cierre con un colorido y enorme desfile.
El domingo en Nueva York se celebrarán dos multitudinarias marchas. Una de ellas, organizada por la ONG Heritage of Pride (Herencia de Orgullo), comenzará al mediodía, bajará por la Quinta Avenida y pasará frente a Stonewall. Más temprano, se hará la Marcha por la Liberación Queer –que no cuenta con los auspicios que tiene Heritage of Pride– y culminará con un acto político en Central Park para exigir “la liberación y resistir las continuas formas de opresión y celebrar las victorias obtenidas por la resistencia queer”.
Las movilizaciones conmemoran un hecho histórico en la lucha por la conquista de derechos de las personas LGBT. La madrugada del 28 de junio de 1969, la Policía de Nueva York ingresó a Stonewall Inn, un bar ubicado en la calle Christopher del barrio Greenwich Village, para realizar una razzia, utilizando como pretexto que el establecimiento –que pertenecía a la mafia– no contaba con un permiso para vender bebidas alcohólicas. Stonewall era uno de los pocos bares de la ciudad que permitía el ingreso de personas LGBT en un momento en el que el gobierno norteamericano condenaba abiertamente la homosexualidad: personas gays eran arrestadas y humilladas públicamente, se las expulsaba de las universidades e incluso la homosexualidad estaba catalogada como un trastorno sociopático de la personalidad por la Asociación Americana de Psiquiatría.
“Era un lugar seguro para nosotros. Cuando entrabas a Stonewall podías agarrar de la mano (a personas del mismo sexo), podías besarte y, lo más importante, podías bailar”, contó a The New York Times Mark Segal, quien en ese entonces tenía dieciocho años y estuvo esa noche en el bar. Las razzias en los bares gays eran habituales, pero esa vez los asistentes del bar se resistieron a los arrestos. “El dolor, el enojo, la frustración, la humillación, el acoso constante y la molestia que causaban (los policías) en nuestras vidas, ese fue el momento para desquitarnos. No tenías que lastimar a un policía, sólo tenías que gritar”, recordó Martin Boyce, otro testigo de lo que pasó en junio del ‘69.
El enfrentamiento con la policía y los disturbios duraron días. “Hagamos una marcha a plena luz del día, una marcha del orgullo”, sugirió Martha Shelley, activista e integrante de Daughters of Bilitis, la primera organización de defensa de los derechos de las lesbianas en Estados Unidos. Un mes después de la represión en Stonewall, se organizó una marcha desde Washington Square hasta el bar. “Entre quienes participamos surgió una sensación de alivio y libertad que nos afectó para siempre”, describió Shelley, que hoy tiene 75 años.
El domingo, Shelley se reencontrará con otras personas que estuvieron el 28 de junio del ‘69 y hará un discurso en el acto en Central Park. “Ahora, con Trump, esas conquistas se han visto amenazadas y estamos retrocediendo. Le diré a los jóvenes que salgan a la calle a pelear por todas ellas y por el planeta, que si desaparece, no habrá derecho que valga”, adelantó la activista.
El 28 de junio de 1970 se conmemoró lo sucedido en Stonewall, entonces llamado “día de la liberación de Christopher Street”, con una multitudinaria movilización que culminó en Central Park. Hoy en Christopher Park, justo frente a Stonewall, hay una escultura realizada por el artista George Segal en honor a las personas que idearon esa marcha.
A cincuenta años de este hecho histórico, la Policía de Nueva York pidió disculpas por la represión. “Las acciones adoptadas por el Departamento fueron equivocadas”, sostuvo James O´Neill, comisario jefe de la fuerza de seguridad, y admitió que “lo que pasó no debería haber sucedido”.
Para celebrar el hito en la lucha de la comunidad LGBT, se estrenó la ópera “Stonewall” en la New York City Opera, que cuenta distintas historias de personas que confluyen en la represión en el bar. Además, Heritage of Pride diseñó una aplicación utilizando realidad aumentada, que permite que los usuarios hagan un recorrido por la historia de Stonewall y los derechos de las personas LGBT.